REBECA en versión ampliada
REBECA
Nota del autor: Historia
basada en un hecho real, con nombres ficticios, que sucedieron una noche de
Octubre en el Hotel Casa Bonay de Barcelona.
CAPITULO 1
Todo empezó al mediodía, después de un buen
encuentro con un colega abogado, para intentar recuperar su antigua amistad,
después de algunas desavenencias por estupideces de los políticos tan bajos que
debemos soportar; y también, claro está,
para repartirse un buen dinero ganado a
pulso en un juicio que por fin pudieron
ganar y cobrar del contrario.
En aquel momento,
pletórico de moral y de ilusión por el futuro, si le llegan a decir lo
que sufriría días después, hubiera dado por loco al transmitente.
El anterior domingo,
REBECA le había dado un match en TINDER y en seguida contactaron ; en un plis plas habían quedaron para cenar en
el magnífico edificio neo clásico del Hotel Bonay, sito en la Gran Via 700, cerca de la Pl Tetuán.
Tenía ya toda la tarde libre y decidió dar un corto
paseo.
Cruzó la plaza Molina, y bajó por la c. Alfonso XII,
menos mal, pensó, que todavía no le han cambiado el nombre, al fin y al cabo
era un rey ilustrado y liberal, y los industriales textiles de la Cataluña de
entonces, bajo su reinado, se
beneficiaron y mucho con sus negocios.
Fotografió con su cámara de triple pantalla, el
noble edificio de la familia MARAGALL y
giró por la primera calle a la izquierda (C. San Eusebio) para tomarse una dosis de nostalgia frente al que fue uno
de sus bares de copas preferidos: EL LOCAL.
Salió ya a la Calle Balmes, y tomó el primer taxi
libre para refugiarse lo antes posible en su apartamento, para poder descansar,
arreglarse y partir hacia la cita prometida.
Cuando la vio esperándole en la Terraza/Restaurante
del Hotel Bonay, con su elegantísima falda negra, mirándola cómo se acercaba a
cámara lenta, se dio cuenta que hacía
muchos años no había sentido una atracción tan fuerte por una mujer , su corazón recibió un colosal
flechazo del dios/diablillo CUPIDO, que casi lo desploma en aquella bonita
terraza nocturna.
REBECA, como le había anticipado por watssap , llevaba un elegante vestido negro con falda plisada, ni muy corta ni muy larga, pero
suficiente para mostrarle sus piernas
lisas y bronceadas que presagiaban un
cuerpo para soñar despierto.
Su cara era la gracia en persona, testimonio de su
imperecedero atractivo.
Lo que fuera que atesoraba – su actitud punk, su
aparente rebeldía , un mohín de
adolescente – hacía que se convirtiera en un instante en la imagen de la mujer
de sus sueños.
Sus ojos de color caramelo eran enormes, casi
irreales. Sus altos pómulos marcaban una fuerte mandíbula. De su boca perfecta, con el labio superior
más grueso que el inferior, salían
alegres carcajadas fáciles y femeninas. Su nariz recta, imperial, perfecta.
Su cabello rojizo con un peinado a
la page, desplegado hacia arriba
como GILDA, era un manantial de glamour.
Le gustaba brindar por todo, por la sinceridad, por
el futuro, por los dos, hasta brindaron por los pulpos del fondo del mar, que
él evitó comer sometiéndose a sus ruegos, que pronto serían órdenes. Sus
dientes eran irregulares y afiliados, pero poseía tal fuerza mental que estos detalles quedaran
en un segundo plano.
REBECA era simpática como pocas mujeres había
conocido, abierta y moderna , hablaba con una seguridad
pasmosa, casi con desparpajo, con mucha prestancia; la medida justa de coquetería , educada ,
tenía clase, mucha clase y sabía estar. Tenía un espíritu libre, tenía una cualidad
animal , algo que la hacía hipnotizante.
Era toda ella, de cuerpo y de alma, maravillosa,
única.
CAPÍTULO 2
Sólo despertar grabó un audio para Rebeca que decía:
“Amor mío, dime por
favor que podremos vernos antes de que huya de esta maldita ciudad… Verte antes
de partir a Manchester… Soy demasiado sentimental, demasiado tonto me parece…
tonto, tontito, tonto… ¡cuánto se sufre cuando se ama a una mujer de verdad (como
tú)…¡Qué desgraciado soy¡ “.
Acto seguido grabó a SADE y su icono KISS OF LIVE, y
se lo envió, con esta nota:
“sueño que algún día bailaremos juntos esta histórica hit en alguna disco de Ibiza , ¿
te acuerdas de ayer mi cielo?…te amo”.
Al pasar lo días y no recibir respuesta suya, grabó un tercer audio suplicando:
“Imbécil que soy, toda
la noche con mi insomnio, lástima que no sea un perro, que sólo duerme, come y
duerme… Al menos verte y decirte adiós y despedirnos como es debido… Ojalá
pudiera borrarte de mí loca cabeza…hacía años que no me enamoraba tanto de una
mujer…y todo por unos minutos que olivé borrar la app…misterios que ahora me
pasan factura, maldita sea mí vida.
REBECA daría todo lo que tengo, me dejaría cortar un dedo del pie , para
que vinieras conmigo a Inglaterra … dime algo cuando puedas, i love you ¡
; ¡ je t’aimez ¡”
Sintió una rabia inmensa, pero se contuvo, me dije
que no debía ser tan tonto. La rabia solo hace trabajar más al hígado y no
consigue nada. Con esfuerzo sobrenatural
logró por fin imaginarse que se encontraba en paz con el mundo paseando solo en
las cumbres del Kilimanjaro.
Al día siguiente tuvo un extraño sueño:
El aire casi huracanado del Putxet batía las viejas persianas de la
ventana de su casa, con un ruido constante y sonante. Salió a pasear con Rebeca y juntos fueron hasta el
mirador con quizás las mejores vistas de
Barcelona, con el Puente de Vallcarca , últimos momentos de tantos suicidas
; el clausurado y arrasado parque
Güell; el Turó del Carmelo, el más
anarquista de la ciudad; el otrora
alegre Tibidabo, iluminado con su gran
Cruz y su gran Noria, ahora fundidas;
más al fondo el hormigón de estraperlo de las ya antiguas viviendas de la Peira, otro mundo , el del
obrero. La vida del sufrimiento real no fingido. Encendió un cigarrillo, miró
por encima a su amada, y se lo fumó en
sólo 5 caladas. De la nada, detrás de los matorrales, apareció una garra negruzca y ….
CONTINUARÁ
Me encanta la descripción que hace de Rebeca. Bonita historia y le aliento a que escriba la continuación.
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