EL ABOGADO MONOMATIATICO. PALAMÓS Y EL GALLO ROJO DE 5 PATAS Y COLA DE RATÓN






UN ABOGADO MONOMANÍATICO Y GEORGE SIMENoN

la mañana del durmientE

Gelida . 10 horas.- Tenía que ordenar  toda su agenda. Cerrar expedientes, papeles y papeles y más papeles. Lo más importante: Esperaba de un momento a otro la notificación de la Sentencia de la Sala de lo penal del Tribunal Supremo. Caso Masuet, apropiación indebida de muchos kilos de oro, estafado por aquel hijo de papá de su Club Náutico Balís, a quién confió su custodia, y si te he visto no te acuerdo… - ¡sinvergonya¡ clamaba el pobre viejo, que no había perdido su acento de catalán de Mataró . Aquel gran hombre de 101 años, de pasado aventurero que cansado de sus hijos lo dejó todo, todo para irse en barco al Brasil donde descubrió con su amigo Jonás – un sabio rabino – una mina, vaya mina que descubrió…

El Sr. Masuet vivía como un patricio romano en el Hotel Colón de Caldetas. Aún recuerda como lo conoció, por casualidad delante del Icab una mañana lluviosa de invierno, en medio de la Calle Mallorca,  vio cómo se acercaba en su silla de ruedas que portaba aquella  simpática joven salvadoreña, pequeña, delgada, picante, Laurita se llamaba, la pobrecita.  Marimón venía de despedirse de su querido tío Javier, que agonizaba entre la vida y la muerte en el Hospital de Sant Pau, le quedó grabado para siempre como sacando su mano de entre las sábanas le dijo adiós, como deseándole suerte, y vaya suerte que tuvo…

De repente… ¡ Se le ocurrió un plan¡ . Lo tenía  muy claro. Lo llamó al Hotel, le propuso ir a Madrid en el AVE para coger el toro por los cuernos. Don Luís Masuet Curto, no se andaba por chiquitas. No soportaba hablar por teléfono, y menos perder ni un segundo con charlas estúpidas, le dijo tartamudeando : “Ha-haga  lo que le paresca bien, pero ya-ya, no ahora, ya-ya mismo, y por el dinero hable con mi asistenta Martita, ella se lo arreglará todo, todo… - y sintió sin oírlo  como se reía como un sátiro de carnaval – pero olvídese de ella, le advierto que si se despista y no está por el trabajo…, lo conosco como si fuera el pocavergonya sinverguensa de mi hijo mayor Amadeo, el mayor gandul de España. Y usted ya es quinto abogado que tengo, los otros: ¡al carrer¡ Anote, rápido: vendrá con nosotros Lisardo, primo hermano de la chica.  Dicho y hecho. En 10 minutos reservó 3 asientos en 1ª clase. Partían mañana desde Sants Estación (1).

El importe de aquel pleito era muy considerable, y le permitiría ir viviendo con total comodidad… ¿Qué más quería … ¿. ¿Hipotecas…? – y sentía como se le calentaba la sangre al pensar en el gordo enano de aquel Director de Banco que … - . Total tengo habitación-suite  cuando quiero en el Hotel Colón… si me apetece hacer la siesta (por la noche era imposible, Marta tenía un sueldo más que digno, y D. Luís, siempre generoso, la quería a su lado por si le subía demasiado la presión, a pesar de su edad, algún pellizco se le escapaba, era, había y sería un mujeriego hasta la muerte…  con aquella deliciosa Martita sólo tenía que chascar sus dedos para sus adentros no le gustaba parecer un fanfarrón y la tenía corriendo abrazadita en 10 minutos en su habitación , toda la tarde, cuando el Sr. Masuet dormía su siesta abducida, por comer … paella, cervezas  y ensalada gratis al mediodía, servido como un Pachá de Sitges (2) en una hamaca delante del Mar , y por la noche – como sencillo que era – pues una manzana al horno y un yogur cremoso, y a leer o a estudiar sus casos. Cómo se complica la vida la gente… – pensaba y pensaba, razonando...- , lástima que el pobre viejo que quería como un padre era tan mayor… Dios le guarde muchos años, pero mientras haya vida...

12 h. Se vistió, siempre elegante, antes, como cada día había vaciado sus bolsillos, de los pantalones, de las camisas, de los abrigos, de sus americanas, delante y detrás, arriba y debajo , debajo y arriba, adentro y pa fuera… , para las corbatas tenía la solución: siempre planchaditas debajo del colchón.  Lo ponía todo expuesto encima de su amiga la Sra. Sábana : llaves, monedas, tarjetas, billetes, amuletos, papelitos con sus notas, recibos, algún cigarrillo roto, hasta una piedrecita olorosa para su tos... . De esta forma lo tenía todo a mano.

Era su ritual de parsimonia matutina. Si hacía falta - era demasiado inseguro y su memoria a veces no carburaba… - , pues vuelta a empezar, rompía en mil pedazos lo ya inservible y los guardaba envueltos en una hoja de papel de periódico que ya dentro de su antiguo Volvo abría y lanzaba a la carretera vacía, fuerte, hacía arriba, un regalo  para el viento, y gozaba viendo como volaban aquellos confetis de su pasado reciente. Sólo cuando estaba seguro que lo tenía todo en orden, y sólo entonces nunca antes,  iba depositándolo todo, junto a sus expedientes actuales, en su vieja cartera de piel marrón.

El Sol se iba filtrando por entre los cristales algo sucios de su gran habitación de aquel caserón familiar de Gelida, convirtiéndose en polvo rosado. Tenía una visita programada sobre las 12 horas en Barcelona , pero le vino un extraño pronto, y llamó al cliente – un tipo tacaño que hablaba y hablaba sin soltar un duro – para excusarse con no se que funeral tenía. Era una mala costumbre, había perdido la cuenta de las personas que había enterrado antes de tiempo,   pero indefectiblemente siempre le daba resultado, y hasta le acompañaban en sus sentimientos, lo que en cierta forma le daba algo de ánimos. Mentiras piadosas. Total - se reía preguntándose - qué daño hago si no mato a nadie, incluso les hago un favor, evitándoles malos momentos con hipócritas que solo esperaban su muerte para sacarles tajada, eso sí, aquellos necios supervivientes hacían sus honores en los entierros, rezando y haciendo ver que lloraban y hasta algún cretino se atrevía a soltar un sermoncito, que asco sentía.... 

Le seducía marchar a Palamós, ciudad costera, liberal , abierta , con mucho viento, y que tanto hacía por su bienestar. De paso iría al vetusto Juzgado de La Bisbal del Empordá, esperando y rogando no caer en la tentación de aquellos locales divertidos situados al margen de aquella histórica carretera, que tantas noches había recorrido con sus amigos para ir a las discotecas de lujo de Calella, Begur o Tamariu. Cómo se divertían en aquellos ya lejanos años 90. Incluso le ponía ver las caras de envidia de aquellos palurdos de tierra adentro, que debían hacer colas u colas para intentar entrar en aquellas discos abarrotadas de mujeres deseosas, y como les maldecían por dentro por ser de Barcelona. Rascadura Royal les daría...

Pero él, muy centradito, sólo deseaba tomar el Sol del Puerto de Palamós que tanto quería, pensando a ratos con tristeza en su amor perdido, atrapada en la blanca línea de la perdición. Ya tenía su habitación en el Hotel Marina, con cama muy amplia y cómoda por si acaso se le ocurría que llamar a Elsa, un amiguita de Calonge que estaba más buena  que un pan.

Puerto de Palamós 19 horas.- 

Irremediablemente: el Abogado Marimón era un libertino, liberal siempre, pensando en lo que decía John Stuart Mill sobre la libertad. Su talento para la ironía y el análisis seguía intacto, pero seguía siendo un abogado monomaniático. De repente, sentado frente al Mar con una cerveza helada y unas anchoas muy anchoas,  le pareció ver aquella pequeña tortuga que de muy niño lanzó viva  al wc ... la pobre, no sabe cómo pero la sintió muy dentro de su cuerpo, tenía la forma de V. V de venganza. Pensó en aquel desgraciado Edmundo Dantés, encerrado en aquella isla remota perdida en el Mediterráneo¡ en un agujero peor que una pocilga durante años y años por un delito que no había cometido (como le pasó en su último caso con el tal Mechelouf, en prisión preventiva 13 meses por un error dactilar, se llamaba Martínez...) al ser  traicionado por unos teóricos amigos y pensó : cuanta razón tienes Conde de Montecristo ... 

Anochecía en aquella terraza del Puerto, ante un mar de color gris perla, levantó su mirada adormecida de cerveza ligera y helada y le pareció ver un monstruo enooorme: un gallo con cinco patas con cola de serpiente con una mirada muy rara, nada agradable precisamente, y aquel gallo aparentemente horripilante se acercó volando a saltitos y le explicó su vida : era de una especie llamada anfídromas, es decir vivía alternando el Mar y los Ríos, su problema eran los Ríos, lastrados por los purines de tantos y tantos cerdos y cerdas del interior, encerrados lastimosamente  en celdas de castigo en granjas y más granjas implantadas por Decreto consentido con las narices tapadas de algún patriótico político; al faltarle los ríos se conformaba con los aiguamolls, pero la distancia era demasiada para él, por lo que  su vida corría serio peligro ..... 

Hotel de Palamós 6 de la madrugada

MARIMÓN despertó de su sueño, buscó sus zapatillas - lo que daría por poder andar siempre por las calles en cómodas zapatillas, lo tomarían por loco y aún tenia algo de cordura - y sorprendentemente encontró una pluma roja. Desconocía como había podido llegar hasta debajo de su cama. Se la guardó en un pequeño florero que adornaba su habitación de aquel Hotel del amor. Aún le resonaban los gemidos de la noche pasada que provenían de las habitaciones contiguas - dónde me he metido se preguntaba casi desesperado de buena mañana - siempre ocupadas de día y de noche en una correrías interminables. Ya bajo la ducha, con el fuerte chorro castigando su cuello, notaba que le entraba un no sé que. 


8 h. desayuno 

Más relajado, limpio y perfumado, buscó una cafetería para tomar su habitual desayuno : café con leche y croissant, no podía con los bocadillos, al menos tan temprano. El tiempo era ideal, nada de frío, poco viento, ojeó LA VANGUARDIA para distraerse, siempre buscaba las páginas de las necrológicas, era una costumbre algo macabra, pero más de una vez había visto algún conocido, y claro a veces sentía pena , incluso le caía alguna lágrima , otras veces no es que se alegrara si era conocido, pero su (dicen) paso a mejor vida le dejaba totalmente indiferente. 

Tenía que esperar dos horas antes de partir al Juzgado de instrucción 1 de La Bisbal del Empordà para asistir a las 12 h. a una declaración de un cliente muy sui generis, raro pero a la vez abierto y simpático;  como culo inquieto que era, pensó con acierto que lo mejor sería ir andando hasta el faro de Palamós. El ejercicio físico le salvaba de su ansiedad, al no poder  nadar, la natación era su deporte favorito, caminar a cierto ritmo, le servía también para poner en orden sus ideas y planificar la jornada, meticulosamente, al minuto. Era un monomaniático. Irremediable y sincero , al menos consigo mismo. Ya de vuelta,  pasó por delante de los dos cines que felizmente resistían en aquella preciosa ciudad abierta al mar, al  lo menos ya era algo ....  

                 TO BE CONTINUED

 

 

NOTAS DEL AUTOR:

1- Ver publicado en este Blog : Viaje al Tribunal Supremo Madrid con el Sr.

 

  

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