EL FALSO DESAGRADECIDO



Basada en las novelas de SIMENON : "El entierro de Monsieur Boeuf"  y  "El negro". 


INTRODUCCIÓN

Algún día te enseñaré -repetía para sus adentros aquel viejo abogado arruinado, que  fue dado por muerto antes de tiempo, alcoholizado por las desgracias sufridas y por su eterno desencanto ante la vida , y que acabó sus días degradado a barrer todo el día, sin descanso, de sol a sol , en aquel Apeadero de tren perdido de la mano de Dios. 

Ni comiendo podía estar sin barrer . Utiliza una mano para el bocata, ¡mamón¡ y con la otra dale que te pego...  - le decía su Jefe -  un holgazán gordito, siempre sudado,  que no se levantaba jamás de aquella asquerosa  butaca negra de escay, con el escusado a un solo metro, oliendo su propia mierda,  cascándose de vez en cuando su pequeña polla mirando la misma Revista pornográfica llamada Porno Revi, que se encontró en una maleta de un viajante de paños y camisas de la firma J. Canut que volvía de Frankfurt,  arrugada y llena de semen seco,  con un palillo amarillo perenne  en su boca de bífido, y su malvada sonrisa  torcida que le controlaba sin quitarle de encima su ojo de tuerto. Aquel rincón... te has dejado aquel rincón, sucio perro, ¡ negrata¡ que pareces un negro. Venga empieza a barrer otra vez,  hasta que yo te diga....cuando me salga de los cojones, jajaja.... podrás echarte en el catre. 

Mientras barría, cada mañana, domingo inclusive, no podía dejar de pensar en su infancia :  Hijo mío deberías ser más  agradecido por haberte salvado la vida y  darte cobijo, recuerda que tu padre era un muerto de hambre,  un pelagatos, un bastardo como tú hijo mío, le repetía Eurípides , un cura instructor que acabó colgándose del campanario de la iglesia de aquel orfanato de la Beneficencia Pública donde fue abandonado por su madre con solo cinco años, atado de pies y manos,  dejado de cualquier manera en su portalón,  dentro de  una bolsa de cuero con restos de acelgas podridas. 

Algún día os enseñaré... continuaba diciéndose a sí mismo cuando años después obtuvo aquel  mísero empleo de barrendero en un  Apeadero de trenes perdido donde Jesús perdió sus humildes alpargatas.  

Hasta que una noche con un cielo inmenso de luna llena de color perla....

                                  CONTINUARÁ 


Comentarios

Entradas populares de este blog

ELS DIARIS DE 1991

EL INTERROGATORIO

EL ASCENSOR