AMANCIO
AMANCIO A duras penas pudo sentarse en la Portería, como cada día desde que salió de la Modelo el año 45, vivía en aquel minúsculo habitáculo , encendió la lamparita, y extendió LA VANGUARDIA en su mesa de recepcionista y como siempre se puso a leer las necrológicas. A toda página aparece la esquela de CÉSAR ALIERTO ex presidente de TELEFÓNICA. Un hijo de puta menos piensa para sí mismo murmurando en su amargura. Se salvó de ser fusilado gracias al Mossen Rocafort a quien salvó la vida en una excursión al Montseny antes de la guerra, lo pudo agarrar por el brazo justo cuando se precipitaba hacía el abismo de aquel barranco. Era un buen hombre. El mejor que ha conocido en su vida. Rocafort le proporcionó el trabajo de conserje en una imponente escalera en la Calle Caspe. Justo ayer se cumplieron diez