EUSTAQUIO
EUSTAQUIo
BARCELONA ENERO 1955
A duras penas pudo levantarse y ponerse en pie con su única
pierna. La otra la perdió en la batalla del Ebro. Aquel tullido con pata de
palo, desde que salió de la Modelo el
año hacía 1 año, vivía en una habitación de la PENSIÓN LA LAGARTA, una fonda de mala muerte en la Calle Hospital
de Barcelona que pagaba ROCAFORT , tuvo la suerte de que su habitación
daba a la Calle , y era soleada, tenía
su camastro, una mesa, un armario , una cocina-comedor y un pequeño baño comunitario. Aquella mañana , como cada día, encendió la
lamparita , y se fumó su primer Celtas
cortos sin boquilla , bajó al Bar Quintana, un viejo camarada amigo, para tomarse su café con leche y recoger el
periódico del día anterior. Muerto de frío volvió a su habitación , se sentó al lado de su estufita de carbón, y extendió
LA VANGUARDIA ESPAÑOLA con sus finos dedos encima de su mesa, junto con papeles perfectamente ordenados , su
cenicero de cristal, su Diario
y montones de libros, algunos escondidos detrás de una cortina por si acaso , en aquella época los registros
policiales o parapoliciales formado por un grupo de la Falangistas, sin autorización judicial eran muy habituales, y más para lo que estaban
fichados como lo estaba EUSTAQUIO RIBES
MAZARRÓN por rojo comunista declarado , que
un día a la semana debía presentarse a la Comisaría de Vía Layetana para
“sellar”.
Cuando el Generalísimo acudía a
Barcelona se les prohibía salir del barrio, aunque la derrota de los nazis
suavizó los excesos, y como siempre se
puso a ver las necrológicas. A toda
página aparecía la esquela del General Fidel AVILA que comandó la ocupación de
Barcelona aquel invierno de 1939 con las Tropas Fascistas desfilando por la
Diagonal, el mayor disgusto de su vida. Un
hijo de puta menos grita para sí mismo,
la alegría del día. Con la derrota de los Nazis gran parte de catalanes tenían esperanzas de recibir la ayuda de los Aliados
para derrocar a Franco, y aquella
esperanza le mantuvo vivo hasta finales de 1944. Habían pasado 11 años desde la ocupación el 19
de octubre de 1944 por 7000 guerrilleros y soldados españoles y compañeros franceses
de gran parte del Valle de Arán, bien
equipados y con armamento pesado, en muchos pueblos Ayuntamientos lucían de
nuevo la bandera tricolor de la República. El Valle era un precioso lugar salvaje de los Pirineos con unas carreteras con tramos sin asfaltar en
dirección Lérida y Barcelona por el Port de la Bonaigua. De hecho, estaba mucho mejor comunicado con
Francia y Toulouse que con España. La
misión duró pocos días y el final fue un retirada por la falta de apoyo de los
Altos mandos militares aliados ante y el
ejército franquista al mando del General Moscardó y la Guardia civil pudo no sin muchas
víctimas recuperar el Valle para España.
A pesar de la lucha de los maquis en zonas recónditas, para Eustaquio el fracaso del Valle de Arán fue
la constatación de que la planeada invasión de España no se produciría
nunca. Y años después en diciembre de 1959 en plena guerra
fría, la visita del presidente de la EEUU
EISENHOWER a Madrid donde fue recibido efusivamente por Franco supuso
el fin del ostracismo internacional de la España franquista. Algún día escribiré una
novela sobre este muchas veces desconocidos hechos históricos, con nombre y
apellidos de los traidores – pensaba con amargura Eustaquio.
EUSTAQUIO se libró
de ser fusilado en el Castillo de Montjuich donde estaba preso, gracias al Mossén Melcior
Rocafort a quien salvó la vida en
una excursión al Montseny antes de la guerra, lo pudo agarrar por el brazo
justo cuando se precipitaba hacía el abismo de aquel barranco de Las Agudas. Una carta del Mossen, entonces en el Obispado de Barcelona, al
Gobernador civil de Barcelona sirvió para que la computasen la pena de muerte a
20 años de cárcel. Rocafort era un buen hombre y mantenían una amistad
inquebrantable.
El mejor hombre que he conocido
en mi vida, siempre decía a sus amigos y conocidos del BAR QUINTANA .
Para no pensar como murió su
mujer y su hijo Idelfonso, se pasaba el
día haciendo crucigramas y leyendo ávidamente
todo el día prensa francesa que
podía encontrar en las Rambla y “El Correo catalán”, novelas de SIMENON, Albert
CAMUS, el Quijote, la enciclopedia Larouss , la obra completa de CHESTERTON,
con Radio France de fondo, que escuchaba tapado con una manta para que nadie lo
oyera. Apenas dormía tres horas diarias. Soñaba siempre en el día del incendio
de su casa por los bombardeos italianos de 1938. . El olor a carne quemada y
los aullidos de dolor de sus familia. .
Y así pasaban los días, las semanas, los meses, los años, con la única compañía
de ROCAFORT.
Hasta que un día quedó pasmado
leyendo la noticia que en el Hospital de BELLVITGE por primera vez en España, se usa de un nuevo sistema para tratar el desánimo.
Es un procedimiento de
“neuromodulación” consistente en la aplicación de estímulos eléctricos
locales sobre diferentes regiones de la corteza cerebral; no requiere
anestesia, explica JOSÉ PINO un joven
Jefe de la recién creada unidad de PSIQUIATRIA DEL HOSPITAL DEL HOSPITAL
CLÍNICO.
El psiquiatra PINO había
realizado una estancia en la UNIVERSIDAD DE MASSACHUSTSSES (BOSTON). ¿Qué
pueden esperar los pacientes? Es posible que los síntomas de depresión mejoren
o desaparezcan al menos de forma transitoria.
Decidió no explicar nada de todo
aquello a Rocafort.
EUTAQUIO excitado,
entusiasmado, llamaba cada día al
Hospital de Sant Boi, todo fue en vano.
Jamás recibió respuesta. Murió el día de Navidad de 1972, solo, de un
infarto fulminante sentado en un vagón
del metro, sin conseguir su ansiada visita. Solo su viejo amigo acudió a su
Funeral. Quintana llegó tarde.
FIN
Visita de Eisenhower a España con Franco en la foto (1959)
EUSTAQUIo
BARCELONA ENERO 1955
A duras penas pudo levantarse y ponerse en pie con su única
pierna. La otra la perdió en la batalla del Ebro. Aquel tullido con pata de
palo, desde que salió de la Modelo hacía 1 año, vivía en una habitación de la PENSIÓN LA LAGARTA, una fonda de mala muerte en la Calle Hospital
de Barcelona que pagaba ROCAFORT , tuvo la suerte de que su habitación
daba a la Calle , y era soleada, tenía
su camastro, una mesa, un armario , una cocina-comedor y un pequeño baño comunitario. Aquella mañana , como cada día, encendió la
lamparita , y se fumó su primer Celtas
cortos sin boquilla , bajó al Bar Quintana, un viejo camarada amigo, para tomarse su café con leche y recoger el periódico
del día anterior. Muerto de frío volvió a su habitación , se sentó en su mesa
al lado de su estufita de carbón, y extendió LA VANGUARDIA ESPAÑOLA con sus finos dedos encima
de su mesa, junto con papeles perfectamente ordenados , su cenicero
de cristal, su
Diario y montones de libros, algunos escondidos detrás de una cortina por si acaso , en aquella época los registros
policiales o parapoliciales formado por un grupo de la Falangistas, sin autorización judicial eran muy habituales, y más para lo que estaban
fichados como lo estaba EUSTAQUIO RIBES
MAZARRÓN por rojo comunista declarado , que
un día a la semana debía presentarse a la Comisaría de Vía Layetana para “sellar”.
Cuando el Generalísimo acudía a
Barcelona se les prohibía salir del barrio, aunque la derrota de los nazis
suavizó los excesos, y como siempre se
puso a ver las necrológicas. A toda
página aparecía la esquela del General Fidel AVILA que comandó la ocupación de
Barcelona aquel invierno de 1939 con las Tropas Fascistas desfilando por la Diagonal,
el mayor disgusto de su vida. Un hijo de
puta menos grita para sí mismo, la
alegría del día. Con la derrota de los Nazis gran parte de catalanes tenían esperanzas de recibir la ayuda de los Aliados
para derrocar a Franco, y aquella
esperanza le mantuvo vivo hasta finales de 1944. Habían pasado 11 años desde la ocupación el 19
de octubre de 1944 por 7000 guerrilleros y soldados españoles y compañeros franceses
de gran parte del Valle de Arán, bien
equipados y con armamento pesado, en muchos pueblos Ayuntamientos lucían de
nuevo la bandera tricolor de la República. El Valle era un precioso lugar salvaje de los Pirineos con unas carreteras con tramos sin asfaltar en
dirección Lérida y Barcelona por el Port de la Bonaigua. De hecho, estaba mucho mejor comunicado con
Francia y Toulouse que con España. La
misión duró pocos días y el final fue un retirada por la falta de apoyo de los
Altos mandos militares aliados ante y el
ejército franquista al mando del General Moscardó y la Guardia civil pudo no sin muchas
víctimas recuperar el Valle para España.
A pesar de la lucha de los maquis en zonas recónditas, para Eustaquio el fracaso del Valle de Arán fue
la constatación de que la planeada invasión de España no se produciría
nunca. Y años después en diciembre de 1959 en plena guerra
fría, la visita del presidente de la EEUU
EISENHOWER a Madrid donde fue recibido efusivamente por Franco supuso
el fin del ostracismo internacional de la España franquista. Algún día escribiré una
novela sobre este muchas veces desconocidos hechos históricos, con nombre y
apellidos de los traidores – pensaba con amargura Eustaquio.
EUSTAQUIO se libró
de ser fusilado en el Castillo de Montjuich donde estaba preso, gracias al Mossén Melcior
Rocafort a quien salvó la vida en
una excursión al Montseny antes de la guerra, lo pudo agarrar por el brazo
justo cuando se precipitaba hacía el abismo de aquel barranco de Las Agudas. Una carta del Mossen, entonces en el Obispado de Barcelona, al
Gobernador civil de Barcelona sirvió para que la computasen la pena de muerte a
20 años de cárcel. Rocafort era un buen hombre y mantenían una amistad
inquebrantable.
El mejor hombre que he conocido
en mi vida, siempre decía a sus amigos y conocidos del BAR QUINTANA .
Para no pensar como murió su
mujer y su hijo Idelfonso, se pasaba el
día haciendo crucigramas y leyendo ávidamente todo el día prensa francesa que podía encontrar en las Rambla y “El Correo
catalán”, novelas de SIMENON, Albert CAMUS, el Quijote, la enciclopedia Larousse , la obra completa de CHESTERTON, con Radio France de fondo, que escuchaba
tapado con una manta para que nadie lo oyera. Apenas dormía tres horas diarias.
Soñaba siempre en el día del incendio de su casa por los bombardeos italianos
de 1938. . El olor a carne quemada y los aullidos de dolor de sus familia. . Y así pasaban los días, las
semanas, los meses, los años, con la única compañía de ROCAFORT.
Hasta que un día quedó pasmado
leyendo la noticia que en el Hospital de BELLVITGE por primera vez en España, se usa de un nuevo sistema para tratar el desánimo.
Es un procedimiento de
“neuromodulación” consistente en la aplicación de estímulos eléctricos
locales sobre diferentes regiones de la corteza cerebral; no requiere
anestesia, explica JOSÉ PINO un joven
Jefe de la recién creada unidad de PSIQUIATRIA DEL HOSPITAL DEL HOSPITAL
CLÍNICO.
El psiquiatra PINO había
realizado una estancia en la UNIVERSIDAD DE MASSACHUSTSSES (BOSTON). ¿Qué
pueden esperar los pacientes? Es posible que los síntomas de depresión mejoren
o desaparezcan al menos de forma transitoria.
Decidió no explicar nada de todo
aquello a Rocafort.
EUTAQUIO excitado,
entusiasmado, llamaba cada día al
Hospital de Sant Boi, todo fue en vano.
Jamás recibió respuesta. Murió el día de Navidad de 1972, solo, de un
infarto fulminante sentado en un vagón
del metro, sin conseguir su ansiada visita. Solo su viejo amigo acudió a su
Funeral.
FIN
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