BENITO BUEY
Marlon Brando en "Un Tranvía llamado deseo"
Se podría decir que BENITO BUEY
era un hombre anacrónico, extemporáneo, raro en el buen sentido de la palabra,
divertía a sus amigos de toda la vida disfrazándose de mafioso de los años 40
del siglo pasado, engominado y con brillantina sobre los cuatro cabellos que
aún conservaba, con un fino bigote postizo imitando a su ídolo MARLON BRANDO
“EL PADRINO” , con un foulard rojo chillón que destacaba de su traje negro cruzado con líneas blancas
y sus zapatos blancos deslumbrantes , y su viejo abrigo gris con una solapa de
piel de foca. Siempre con un
Montecristo en la boca apagado, que mordía todo el día, y que sólo encendía
después de cenar en el comedir privado Restaurante PALERMO. Carlos , el dueño y
su amigo , hacía la vista gorda cuando el local se vaciaba y su grupo
continuaba la tertulia y las partidas de póker dale que te pago hasta la madrugada .
Era un tipo raro. Al cumplir
los 50 decidió ponerse un peluquín. Muchos de mofaban y el siempre respondía:
Cuando una oveja negra hace las paces con su rareza lidera el rebaño. Sé
cómo cultivar mis defectos, será aquello que más
envidien mis enemigos replicantes, que no piensan, sólo copian y obedecen como los borregos. Repiten patrones
y conductas como autómatas, son unos
conformistas, tradicionalistas y aburridos.
Benito era un soltero
empedernido que vivía solo en una grandioso piso de la Diagonal, jamás ostentaba de su patrimonio. Nadie le llamó estrafalario, improcedente o
inadecuado. Causaba respeto. De joven había llegó a ser campeón de Catalunya de
Boxeo semi-pesado. Cuando no se presentaba los martes el día de reunión
obligada que seguían desde hacía décadas, todos lo encontraban a faltar. Una cena sin Benito era como comer con agua. Pero últimamente no se presentaba sin avisar a nadie. No tenía teléfono móvil.
Lo tiró por la borda un día que fueron a
pescar a Arenys todo el grupo con su lujoso yate. ¡Se acabó¡ gritó cuando lanzó
al mar su iphone de última generación. Esta
mierda de aparatito es el inicio del fin del mundo, dijo Benito.
Entró en su camarote y salió
vestido con una túnica blanca. Perteneció a los descendientes de Séneca – dijo ante
el auditorio con todas las bocas abiertas, Y ahora
escucharme con atención, hizo servir a su ayudante un negroni a todos su
invitados que se sentaron en círculo a su alrededor. Os presente a Alberto, mi amigo a quien he
legado este barco. Y proclamo que me he
convertido en un ferviente Estoico y os digo que las emociones humanas están conectadas a la respiración, que como
sabéis se acelera o se relaja al ritmo que les marcan, pero yo os prometo que podemos
modificar nuestra forma respiración si seguís mis consejos. El éxito es algo inventado por quienes quieren
que dependas de ellos para alcanzarlo. Y sólo lo deciden estos mamones
engreídos. Todo es ego.
Evitar la ansiedad de la
expectativa. No penséis en ella, sólo respirar, concentraros hasta saber quiénes
realmente sois. Cuesta mucho pero lo estoy intentando, de momento nada de nada. pero yo sigo. .
En los últimos meses eran cada
vez más frecuentes sus ausencias. Sus amigos le preguntaron qué le pasaba y
contestó que le quedaban dos años de vida, a casa de una extraña enfermedad. En
cuestión de semanas tuvo que ser asistido por una enfermera. Finalmente un tal
Dr. Melón le diagnosticó que padecía esclerosis múltiple, una enfermedad degenerativa del sistema
inmunitario que le afectó a su médula espinal y otras fibras nerviosas.. He venido
desde Madrid a verlo y me ha dejado plantado. Se está volviendo loco, sin móvil
para poder llamarlo. Pero así era y así sería, y todos lo aceptaban.
Una noche sorprendió a todo el mundo sacando un revolver sin
balas.” ¡Aquí estoy¡, ¿Os sorprendo mamones? , Jorge no se lo podía creer.
¿Seguro que está vacía?. ¿Ya tienes permiso de armas?. Sólo tengo una bala en
mi bolsillo que depositó con un golpe
seco chulesco encima de la mesa. ¿Os atrevéis a jugar a la ruleta rusa?. El
resto del grupo lo formaban Carlos,
Luís. Alberto, Eduardo, Juanito el mexicano y Marimón. Mejor no hagamos locuras…imagínate que funciona y mata a alguno de nosotros. Qué
haríamos. Qué pasaría. La policía interrogando, ambulancias,
enfermeros. ¡Qué les decimos a nuestras mujeres’. No os parece ridículo
terminar esta noche de invierno de esta forma. ¡A callar¡. ¡Silencio¡. Su
rostro había cambiado por completo. ¡Era
un doble de Marlon Brando ya viejo ¡.
Sin decir palabra, introdujo la bala en el
cargador, lo volteó y acercó el cañón a
su sien. ¡Lo de la respiración es una
patraña¡. ¡Me engañaron¡. Fueron las
últimas frases que pronunció. Todo el
mundo quedó petrificado. No se le podía llevar la contraria, cuando se
comportaba de aquella forma, era como si estuviera levitando, y daba
miedo.
Uno, dos y tres, disparó y su cráneo se partió
dejando fragmentos de su cerebro por
todo el local, como recuerdo. meses
después un médico conocido juntó las piezas, las disecó, y desde entonces
cuelgan expuestas en cuadro , con una nota: aquí murió Benito Buey . Rogamos un
respeto hacia su alma. Era el más grande.
A lado colgaba una gran fotografía de un joven Marlon Brando en “Un
tranvía llamado deseo”.
FIN
Comentarios
Publicar un comentario