El DELATOR. PREMIO DE ACCESIT 1er. CONCURSO LITERRARIO SANT JORDI CONFINADO
EL DELATOR Un alba inacabable va apagando las estrellas grises y tristes, una a una. Fuma tras el gran ventanal de su habitación y ve como empieza a llover, una lluvia extraña. El aire es insólitamente puro en Barcelona. Ayer, desde el Turó del Putxet contemplando el horizonte vio como la Montaña del TIBIDABO, con su noria y su cruz se convirtió en una línea recta, azul, bien cortada. Esta mañana se encuentra bien, motivado por cómo llevar un nuevo y algo extraño encargo profesional recibido: una lucha legal contra un delator, un individuo especialista en enviar anónimos a Notarios y a Procuradores de los Tribunales. Deja de llover. Aprovecha para pasear su perro evitando el confinamiento, quiere ir hasta el viejo Sarrià. Sale de la plaza Kennedy. Son las siete de la mañana. Un cartel coloreado en la entrada de los “escoltas de Montserrat”, “Qui no cau no guanya”(quien no cae no gana). Bonita frase en estos tiempos, piensa. Pero por desgracia en la vida actual quien cae acostumbra a